La menopausia precoz suele aparecer en algunas mujeres entre los 25 y los 40 años, y causa una serie de síntomas físicos y psíquicos como sofocos, taquicardias, insomnio, dolor de cabeza, cuadros depresivos… que hay que tratar cuanto antes.
La menopausia precoz es un problema más frecuente de lo que nos parece, ya que afecta al 14% de las mujeres en edad fértil. Suele ser común en personas con antecedentes familiares, con un claro componente genético, y en mujeres con ligadura de trompas, alteraciones hormonales, que reciben quimioterapia, o padecen enfermedades autoinmunes.
Causas de la menopausia precoz
La menopausia precoz aparece a causa de la disminución de estrógenos en los ovarios. Esto impide mantener la mayoría de las funciones de estas hormonas femeninas, como la menstruación. Se considera que una mujer ha entrado en una menopausia precoz cuando siendo menor de 40 años el ciclo menstrual desaparece durante más de 12 meses. Es diferente de la amenorrea, un trastorno en el que una mujer no embarazada deja de menstruar de 3 a 6 meses.
Tratamiento de la menopausia precoz
- Ante la falta de menstruación debes acudir al especialista en ginecología para que realice las pruebas necesarias para determinar la causa, sobre todo, a través de análisis hormonales donde puede detectarse un bajo nivel de estrógenos.
- Una vez diagnosticada la menopausia precoz, consulta con tu ginecólogo sobre el tratamiento más adecuado el tratamiento para prevenir la aparición de osteoporosis prematura o problemas cardiovasculares.
- El tratamiento más frecuente consiste en administrar fármacos hormonales y suplementos de calcio, complementados con hábitos de vida saludables: ejercicio diario, alimentación sana. En algunos casos también resultan de utilidad los complementos alimenticios a base de isoflavonas de soja y cimicífuga...