La importancia del equilibrio de la flora vaginal para el bienestar íntimo

7 de Agosto del 2018

El flujo vaginal  es producto del trasudado de las células epiteliales de la vagina y de las secreciones del cuello uterino y las glándulas vestibulares. Está formado en un 90-95% por agua y el resto por glucosa, aminoácidos, ácido láctico, vitaminas, enzimas, inmunoglobulinas, hierro mucina, entre otros… Los nutrientes del flujo vaginal facilitan la colonización por las bacterias que constituyen la microbiota vaginal.

 

¿Qué es la microbiota vaginal?

La microbiota vaginal es el conjunto de microorganismos que habitan de manera natural en la vagina. Dentro de la microbiota, los lactobacilos son los principales responsables del mantenimiento del equilibrio del ecosistema. Pero también pueden formar parte de la flora otros microorganismos como la Candida albicans o la Gardnerella vaginalis, que en bajas cantidades pueden permanecer en la vagina sin producir ningún tipo de problema, pero cuando se rompe el equilibrio de la flora pueden sobreproliferar y dar lugar a una infección vaginal por hongos o a una vaginosis bacteriana respectivamente. En el momento actual, se considera que la ruptura del equilibrio de las bacterias de la microbiota vaginal es pilar fundamental en la génesis de las infecciones vaginales.

La microbiota es diferente en cada etapa de la vida dependiendo del influjo hormonal de los estrógenos. Así en las niñas las bacterias proceden fundamentalmente de los microorganismos de la piel y del intestino. Al iniciarse la edad fértil, los estrógenos aumentan la cantidad del flujo rico en glucosa y otros nutrientes, lo que favorece la colonización nuevas bacterias procedentes del intestino, principalmente los lactobacilos, responsables del mantenimiento del equilibrio de la flora que actúan como barrera defensiva para proteger de infecciones por otros microorganismos, esta función la realizan a través de las siguientes acciones:

  • Compitiendo con los hongos por los nutrientes y bloqueando los receptores epiteliales para hongos, por eso un nivel adecuado de lactobacilos evita el sobre crecimiento de hongos.
  • Transformando la glucosa a ácido láctico, lo que produce un pH vaginal ácido, que protege a la vagina frente a la colonización de otros gérmenes indeseables.
  • Producen sustancias antibacterianas como las bacteriocinas.
  • Potencian la inmunidad local mediante la secreción de mediadores como IL-8, IP-10… cruciales para la recuperación de las infecciones vaginales.

 

¿Por qué se rompe el equilibrio de la microbiota vaginal?

El equilibrio de la microbiota vaginal puede romperse por muchas causas como el uso de antibióticos, los anticonceptivos orales combinados, exceso de glucosa, exceso de lavados, uso de productos sintéticos… Además, , las bacterias del intestino migran a la vagina, por ello es muy importante tener una adecuada flora intestinal para el equilibrio en la flora vaginal.

Un buen equilibrio en la microbiota intestinal requiere de hábitos saludables: evitar el estrés, evitar el consumo innecesario de antibióticos, una dieta saludable que evite el abuso de alimentos procesados y  azúcares refinados, también puede  ayudar al equilibrio de la flora intestinal y vaginal  la toma de probióticos y prebióticos.

 

¿Qué son los prebióticos y probióticos?

Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se ingieren en las cantidades adecuadas, pueden aportar beneficios para la salud de quien los consume, se trata de bacterias o levaduras que están presentes en alimentos. Los prebióticos son compuestos, que nuestro organismo no puede digerir –como la fibra-, pero que son fermentados en el tracto gastrointestinal y así utilizados como “alimento” por las bacterias intestinales beneficiosas (bifidobacterias y lactobacilos). Dicho más fácil: el probiótico es la bacteria y el prebiótico es el alimento de la bacteria.

Los desequilibrios en la flora vaginal pueden producir infecciones recurrentes, tomar preparados con lactobacilos ayudan a recuperar nuevamente el equilibrio de la microbiota vaginal, ya que éstos migrarán desde el intestino a la vagina. Las principales cepas de lactobacilos de la microbiota vaginal  serían buenas candidatas para estos preparados:  Lactobacillus crispatus, Lactobacilus gasseri,, Lactobacillus jensenii y Lactobacillus rhamnosus, tomarlos junto a prebióticos (“el alimento de estas bacterias”)  favorece la sinergia y potencia sus propiedades saludables.

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