Disbiosis intestinal tratamiento: causas

11 de Mayo del 2024
La disbiosis intestinal es producto del desequilibrio en la composición de la microbiota o flora intestinal.

La microbiota intestinal es clave en el desarrollo del sistema inmunitario y tiene una importancia relevante en nuestro estado de salud.

En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre disbiosis intestinal: sus principales causas, los síntomas que produce y cuál es el tratamiento adecuado para evitar una infección.

Disbiosis intestinal: el desequilibrio de la microbiota

Se denomina microbiota intestinal al conjunto de microorganismos vivos que habitan en el intestino de los animales, incluido el ser humano.

Aunque durante la etapa fetal puede darse una cierta exposición a microorganismos, la colonización microbiana del intestino comienza en el parto.

Las primeras etapas del desarrollo de la microbiota intestinal son decisivas en su composición. En esta fase los factores que influyen son el tipo de parto, la edad gestacional (las semanas comprendidas entre el primer día del último período menstrual normal de la madre y el día del parto), la alimentación de inicio, el tener o no hermanos mayores o mascotas en casa e incluso el ambiente, rural o urbano, en el que se vive.

El final de la lactancia o el inicio de la comida sólida son también determinantes en el aumento de la diversidad microbiana y sobre los tres años su composición es bastante semejante a la de un adulto, aunque es en la adolescencia cuando queda definido su patrón.

De hecho, la microbiota propia de cada individuo tiende a volver a su patrón habitual cuando ha existido alguna fluctuación generada por circunstancias como viajes o variaciones puntuales en la dieta.

En la senectud, el equilibrio microbiótico vuelve a desestabilizarse. Se pierde diversidad y disminuye la capacidad de respuesta del sistema inmunitario, aumentando el estado inflamatorio.

Eubiosis y disbiosis

La relación que se establece entre los microorganismos que habitan en nuestro intestino y nosotros es una relación simbiótica, es decir, nos beneficiamos mutuamente. Este equilibrio bueno para el desarrollo vital de ambas partes de la relación se denomina eubiosis.

Pero hay ocasiones en que este equilibrio se ve alterado por determinadas causas que producen cambios en la composición y las funciones de la microbiota intestinal, es lo que llamamos disbiosis.

La microbiota intestinal tiene un papel determinante en las siguientes funciones:

  • Funciones de nutrición y metabolismo, a través de la absorción y asimilación de vitaminas, minerales y ácidos grasos.
  • Funciones de protección frente al sobrecrecimiento de agentes patógenos.
  • Funciones de nutrición, desarrollo y conservación del tejido epitelial que recubre el interior de los intestinos. 


Tratamiento para la disbiosis

La disbiosis representa la disminución o pérdida de especies microbianas beneficiosas y el aumento de otras especies patógenas. Por ello es especialmente importante tratar la disbiosis para evitar el desarrollo de una enfermedad inflamatoria, crónica o recurrente.

Causas

Los desequilibrios en la composición de la microbiota intestinal se deben normalmente a los siguientes factores:

  • Dieta poco saludable. La forma de alimentarnos tiene un gran impacto en la composición de la microbiota, aunque es uno de los factores fácilmente modificables. Optar por una alimentación prebiótica y antiinflamatoria, con abundancia de frutas, verduras y alimentos fermentados y evitando el consumo de productos ultraprocesados, harinas y azúcares refinados y grasas saturadas, contribuye al mantenimiento de la eubiosis.
  • Uso excesivo de algunos fármacos como los antibióticos. Los antibióticos son primordiales para tratar las infecciones, sin embargo, el sobreuso de estos fármacos tiene un efecto negativo sobre la microbiota intestinal y da lugar a la proliferación de bacterias patógenas resistentes.
  • Estrés. Una situación de estrés mantenida incrementa la producción de cortisol, hormona que afecta a la musculatura lisa del aparato digestivo y causa alteraciones en el intestino grueso afectando a la microbiota y pudiendo desencadenar un proceso inflamatorio.
  • Hábitos poco saludables. El consumo de tabaco y alcohol, el descanso inadecuado y el sedentarismo influyen en el desarrollo y mantenimiento de una correcta flora intestinal.
  • Edad. Ya hemos mencionado el deterioro de la microbiota en la ancianidad. Sin embargo, una buena alimentación y la adopción de hábitos saludables contribuye a mantener el equilibrio durante más tiempo.

Síntomas

Los síntomas más característicos de la disbiosis son los siguientes:

  • Distensión abdominal, flatulencias y eructos
  • Estreñimiento o diarrea
  • Heces mal formadas
  • Digestiones pesadas
  • Náuseas
  • Cansancio y debilidad
  • Trastornos dermatológicos
  • Caída del cabello y uñas frágiles
  • Candidiasis de repetición

¿Cuál es el tratamiento para la disbiosis intestinal?

La disbiosis intestinal está relacionada con enfermedades inflamatorias, alergias, asma, obesidad, enfermedades cardiovasculares, cáncer y trastornos de la conducta.

Ante la posibilidad de un caso de disbiosis, el especialista solicita el Test de metabolitos orgánicos que consiste en el estudio de la microbiota fecal.

El diagnóstico se completa con la historia clínica, la sintomatología en curso y el análisis de marcadores de inflamación e infección. Si existe infección activa será necesario suministrar el medicamento adecuado según sea provocada por bacterias, hongos o parásitos.

El tratamiento para la disbiosis se basa en modificar el estilo de vida. Para ello deberemos incidir en estas cuestiones:

  • Mantener una dieta saludable y equilibrada, rica en alimentos vegetales y fibra.
  • Toma de probióticos y prebióticos. El tratamiento con los probióticos adecuados ayuda a construir una barrera de protección en la superficie del intestino que impide la proliferación de patógenos y estimula el sistema inmune. Los prebióticos alimentan el crecimiento y desarrollo de microorganismos beneficiosos.
  • Gestión del estrés con técnicas como la meditación, ejercicios de respiración o el mindfulness y adopción de hábitos sanos como horarios regulares de comida y descanso y llevar a cabo alguna actividad física.
  • Trasplante fecal. Esta terapia consiste en reemplazar la microbiota intestinal por la de un donante sano para restablecer el equilibrio.

Los diversos estudios científicos ponen de manifiesto cada vez más el papel fundamental de la microbiota intestinal en el mantenimiento de la salud de todo el organismo.

La disbiosis intestinal causa la ruptura de su equilibrio y está implicada en el origen y desarrollo de enfermedades diversas.

Sin duda, la investigación de la microbiota seguirá aportando valiosos conocimientos sobre su importancia en la prevención de las enfermedades. Adoptar un estilo de vida sano es nuestra mejor contribución.

 


REFERENCIAS

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